No sólo se refiere a las comidas, bailes o juegos, sino también a todas las personas que han representado al departamento en diferentes áreas....
COMIDAS TIPICAS DEL CHOCO
- Bacalao
- Cambute (encocado de ollita o encocado de caracol)
- Caramelos de borojó
- Jalea de coco con arroz
- Jujú
- Mermelada de borojó
- Mondongo
- Pampadas de primitivo verde con queso
- Pinchos de bravo o de atún
- Sancocho de bravo
- Sopa de queso con plátano frito
BAILES CHOCOANOS
- AGUABAJO:Baile y canto de la región del Baudó, en el Chocó. Canto propio de los bogas. El baile es una especie de juego trenzado entre hombres y mujeres.
- ALABAO: Canto fúnebre dialogado, también es utilizado como alabanza a los santos patronos
- BAMBUCO: El aire musical más popular de la región Andina de Colombia, como también el ritmo nacional más representativo. Ejemplo: El Trapiche (Emilio Murillo), Cantan las Mirlas (Anónimo), Antioqueñita (Pedro León Franco), etc.
- BULLERENGUE: Ritmo variante de la Cumbia, de agitados ademanes, en el que las mujeres llevan el compás con la palma de las manos. Difiere de la cumbia por la coreografía.
- BUNDE: Aire folclórico del Litoral Pacífico, de procedencia africana. En el folclor Andino se conoce el “bunde tolimense”, como una mezcla de ritmos (guabina, torbellino, bambuco), siendo éste, el bunde más conocido. Ejemplo: Bunde Tolimense (Alberto Castilla), El Republicano (Luis A. Calvo), etc.
- CONTRADANZA: Baile muy popular al sur de la Costa Pacífica. Tiene gran acogida en los montajes de danzas típicas por su vistosidad y elegancia plástica.
- CUMBIA: El aire foiclórico más representativo del Litoral Atlántico y de origen africano, ritmo de gran riqueza expresiva, las mujeres lo bailan con velas en la mano. Tiene variaciones según la región. Se baila en Mompós, El Banco, Ciénaga, San Jacinto, Soledad, Sincelejo y Sampués. Ejemplo: Cumbia Cienaguera (Luis E. Martínez), El Alegre Pescador (José Barros P.), La Piragua (José Barros), Navidad Negra (José Barros), etc.
- CURRULAO: Es el ritmo más destacado del Litoral Pacífico. Posee danza y canto con instrumental típico correspondiente, como: El Cununo, El Guasá y La Marimba. Ejemplo: Los Cununos (N. Lambuley), Mi Buenaventura (Petronio Álvares), etc.
- MAPALE: Danza de origen africano que se baila en la Costa Atlántica y a las orillas del río Magdalena, de ritmo rápido, con palmoteo constante de los participantes y de marcada tendencia lúbrica.
MITOS Y LEYENDAS
EL DUENDE
LAS BRUJAS
EL DIABLO
EL MOHAN
EL MOHAN DE ICHO
EL INDIO DE AGUA
LA MADREMONTE
LA MADRE DE AGUA
LA LLORONA
LA MUELONA
LA VIUDITA
EL ANIMA SOLA
LA PATA SOLA
LA VIEJA COMILONA
LA MULA DE TRES PATAS
LA NIÑA DE LA CARTA
EL AYUDADO
La comida del Departamento del Chocó es muy variada y dicen algunos "exóticas". A continuación, les presento algunos platos, que son de muy fácil preparación
Por lo regular, el duende es bajito y rechoncho, con aspecto juvenil y usa trajes brillantes o de color vivo para llamar la atención. A menudo protege su rostro con un sombrero de alas grandes de paja. Este tipo de duende vive en el espesor de los bosques, sobre los árboles. Cuando quiere molestar apela a la ociosidad, escondiéndole el dedal a las amas de casa, el hilo y la aguja; y al jornalero, ocultándole el azadón, el machete, el barretón, o la pala. En la cocina esconde el molinillo, la mano de moler, bota el agua de las ollas, sala la sopa. En las habitaciones esconde los zapatos, las medias, la ropa o apaga la luz; destiende las sabanas de la cama y tira las almohadas al suelo. Del duende juguetón se dice que ríe a carcajadas en los cielos rasos y toca flauta recostado contra los troncos de los árboles.
“Que las hay, las hay; pero no hay que creer en ellas”, se dice popularmente. De ellas se afirma que son mujeres hechiceras que tienen pacto con el diablo y que acostumbran viajar emprendiendo vuelos por las noches, a través de sus senos que convierten en alas, o simplemente viajan en palos de escobas y canastos, porque durante el día les está prohibido hacerlo. Para poder volar es menester que no coman sal, pues las que lo hacen corren el peligro de desplomarse de las alturas.
Es la máxima representación del mal; toma los nombres de el Putas, el Demonio, el Mandingas, el Diantre, el Ángel Malo, Lucifer, Belcebú, Biruñas, Cantuña, Satanás y el Espíritu del Mal. En la mitología universal, el diablo está representado por un hombre negro, ordinario y feo, con cuernos, rabo y pezuñas, que echa candela por los ojos, armado de un largo tridente, con colmillos sobresaliente y enmarcado por una carcajada medrosa, alimentada por las llamas que expide y el humo nauseabundo que lo envuelve.
Algunos lo describen como un indio viejo, cubierto de musgos, de uñas largas en forma de lanza, que vive en las montañas, en los playones de los ríos, en las rocas cercanas a las quebradas y en la ciénagas. Tiene el cuerpo peludo y con una cabellera tupida que le cae sobre la espalda. Sus ojos son de color rojo encendido, con un brillo intenso, que dan apariencia de dos brasas encendidas. Tiene boca grande, dientes enormes, tez quemada por su exposición al sol, barba tupida y cabeza gigantesca. En general, ofrece un aspecto demoníaco.
Se dice que en este caserío vivían dos compadres brujos que, a primera oportunidad, trataron de competir en conocimientos. Uno se transformaba en gallina y otro en pavo; uno en tortuga y el otro en perro, y así sucesivamente. El escenario de sus alardes y demostraciones era el tramo de la carretera Quibdo – Tutunendo.
Este mito está representado por un indio de cabellera larga y espesa que le cubre el rostro y le llega hasta los hombros. Tiene ojos grandes y desorbitados que parecen salírsele de sus hondas cuencas. Estos son de color rojizo e intenso brillo, que le sirven para alumbrarse en el fondo de los ríos y las quebradas donde mora. Se dice que es el mejor custodio o guardián de los peces; en general, de la pequeña fauna.
Es por ello que cuando desde la profundidad avista un instrumento de pesca, emerge con rapidez inusitada y, de inmediato, se pronuncia enredando anzuelos, rompiendo o enmarañando atarrayas, chinchorros y copones; desarticulando trincheras y cortando el hilo de las tolas y boyas hasta lograr su objetivo, cual es liberar a los peces de las garras del pescador intruso, su enemigo número uno, al que ataca y ahoga sin misericordia cuando persiste en invadir sus dominios y arruinar las especies acuáticas, que vigila con esmero.
Es por ello que cuando desde la profundidad avista un instrumento de pesca, emerge con rapidez inusitada y, de inmediato, se pronuncia enredando anzuelos, rompiendo o enmarañando atarrayas, chinchorros y copones; desarticulando trincheras y cortando el hilo de las tolas y boyas hasta lograr su objetivo, cual es liberar a los peces de las garras del pescador intruso, su enemigo número uno, al que ataca y ahoga sin misericordia cuando persiste en invadir sus dominios y arruinar las especies acuáticas, que vigila con esmero.
Es considerada por los campesinos de casi todas las regiones del Chocó como una especie de deidad tutelar de los montes y las selvas; se viste con chamizas, bejucos, hojas y ramas de árboles y se enraíza en los pantanos. Es alta y corpulenta, con ojos desorbitados, de los que hace brotar chispas de candela. Tiene colmillos punzantes como los de saíno, tatabro o tiburón. Siempre está cubierta de musgos y su cabellera la protege con un sombrero grande de hojarascas que le ocultan la cara. Quienes la conocen dicen que es mitad mujer y mitad monte y pantano.
La Madre de Agua (Marediagua) es, según la creencia, una mujer de cuerpo esbelto, atractiva y hermosa, de cabellera rubia y larga, con buena voz para el canto. Cuando quiere atraer a alguien basta con entonar una canción que escoge especialmente para el momento preciso. Quien la escucha se fascina con el ritmo y la cadencia de su voz melodiosa, con los cuales logra hipnotizar a sus victimas y hacer que la sigan automáticamente hasta un río o una quebrada, para ahogarlas llevándolas después a las profundidades de las aguas, donde tiene su palacio.
Según la versión de los campesinos, la Llorona es una mujer soltera que tuvo un hijo y lo ahogó en una quebrada para borrar su deshonra, y Dios la castigo condenándola a espiar su crimen en todas las quebradas del mundo a donde lleva a su hijo entre sus esqueléticos brazos. Se dice que no cesa de llorar lastimosamente, implorando compasión. Su llanto es tétrico, desesperado, profundo y desgarrador.
Este mito está representado por una mujer muy bella y provocadora de colmillos bien aguzados. Dicen que es coquetona y que seduce con facilidad a los hombres con su sonrisa cautivante y llena de gracia. El porte simétrico de su cuerpo y sus hermosos cabellos atraen a bien parecidos caballeros, quienes, a primera vista se enamoran perdidamente de ella.
Para lograr su cometido lo toma de la mano, con insólitos devaneos los abraza, les pone conversación agradable y con su palabra seductora se los lleva por alrededores solitarios y oscuros. El problema se presenta cuando tiene ocasión el anhelado beso. Este es demoledor y trágico: con sus muelas de hacha tritura ferozmente al enamorado del momento.
Para lograr su cometido lo toma de la mano, con insólitos devaneos los abraza, les pone conversación agradable y con su palabra seductora se los lleva por alrededores solitarios y oscuros. El problema se presenta cuando tiene ocasión el anhelado beso. Este es demoledor y trágico: con sus muelas de hacha tritura ferozmente al enamorado del momento.
Es una mujer sesentona que se presenta vestida con atuendo igual al que usaban las viudas en otros tiempos: ropa negra, falda hasta los tobillos y una especie de velo del mismo color que le cubre el rostro y parte del cuerpo. Camina rápidamente.
De la Viudita se dice que sólo se ve la sombra y que cuando visita la casa de un enfermo es anunciación segura de muerte. Los familiares se resignan al presagio y no les queda más que preparar al enfermo para el viaje al más allá; traen a un sacerdote para que los confiesen y le administre los santos oleos; mandan hacer la caja, compran sirios y preparan la sala para el velorio. Algunos dolientes acostumbran sentar al enfermo en la cama, darle un vaso de agua en presencia de un crucifijo para que muera en paz, y le piden que exprese su ultimo deseo. Lo acuestan y en la frente le hacen la señal de la cruz, con agua bendita y empiezan a rezar las oraciones finales.
De la Viudita se dice que sólo se ve la sombra y que cuando visita la casa de un enfermo es anunciación segura de muerte. Los familiares se resignan al presagio y no les queda más que preparar al enfermo para el viaje al más allá; traen a un sacerdote para que los confiesen y le administre los santos oleos; mandan hacer la caja, compran sirios y preparan la sala para el velorio. Algunos dolientes acostumbran sentar al enfermo en la cama, darle un vaso de agua en presencia de un crucifijo para que muera en paz, y le piden que exprese su ultimo deseo. Lo acuestan y en la frente le hacen la señal de la cruz, con agua bendita y empiezan a rezar las oraciones finales.
Es un mito que tiene asiento en muchas regiones del occidente colombiano, entre ellas el departamento de Chocó. Valga la pena recordar que el mes de noviembre es destinado a los difuntos y se acostumbra rezarles rosarios a la Virgen del Carmen, tanto en las casa como en las iglesias. Para sacarlos de pena y ponerlos a descansar. En otros tiempos existía, en muchos pueblos de Colombia, la costumbre de ofrecer “mandas” a las Benditas Ánimas del Purgatorio, menos a una conocida como “el Ánima Sola” la cual esta condenada a quedarse allí hasta el día del Juicio Final; pero el campesino, a pesar de ello, le tiene devoción.
La Pata Sola es un mito de las selvas, que se manifiesta como una figura con una sola pata que termina en una pezuña grande de burro o de caballo, de puerco o de chivo. Es una mujer vieja de cabello áspero y enredado, ojos rojizos y brotados, desnuda, con un solo pecho, boca grande, nariz de gancho, brazos largos, labios gruesos y colmillos de tigre. Con una sola pata da saltos gigantescos y mortales, y avanza con rapidez sorprendente.
Es la madre de los animales del monte, encargada de borrar las huellas o los rastros de los animales perseguidos por otros; pero para que esta operación se cumpla debe caminar al revés es, pues, la Patasola un ser unípedo. A su única pierna se unen los dos muslos. Se dice que es amiga de casi todos los animales montaraces, a los que defiende a capa y espada de otros animales y de los humanos, especialmente de los cazadores, caminantes y colonos.
Es la madre de los animales del monte, encargada de borrar las huellas o los rastros de los animales perseguidos por otros; pero para que esta operación se cumpla debe caminar al revés es, pues, la Patasola un ser unípedo. A su única pierna se unen los dos muslos. Se dice que es amiga de casi todos los animales montaraces, a los que defiende a capa y espada de otros animales y de los humanos, especialmente de los cazadores, caminantes y colonos.
Es un mito muy común en el Atrato Abajo. Hace su presencia en lugares al aire libre donde suele prepararse comida del día a trabajadores de finca y jornaleros, en fogones de leña.
No se puede descuidar por un solo instante ollas de arroz y, en especial plátano asado, porque en un abrir y cerrar de ojos aparece sigilosamente esta vieja enloquecida por el hambre, con el estomago pegado a las espaldas, de pelo largo, colmillos salientes, bien afilados y boca descomunal. Simplemente se acerca al fogón y, en menos de lo que canta un gallo, acaba con cuanto alimento tiene a su alcance; pero su especialidad es el plátano asado. De este tubérculo se dice que puede devorar una ración completa, de una sola sentada y como su estomago no tiene fondo, nunca se llena.
No se puede descuidar por un solo instante ollas de arroz y, en especial plátano asado, porque en un abrir y cerrar de ojos aparece sigilosamente esta vieja enloquecida por el hambre, con el estomago pegado a las espaldas, de pelo largo, colmillos salientes, bien afilados y boca descomunal. Simplemente se acerca al fogón y, en menos de lo que canta un gallo, acaba con cuanto alimento tiene a su alcance; pero su especialidad es el plátano asado. De este tubérculo se dice que puede devorar una ración completa, de una sola sentada y como su estomago no tiene fondo, nunca se llena.
Quienes se la han encontrado, dicen haberla visto en el Carmen del Atrato. De ella se cree que sólo aparece en las regiones de Colombia en donde se cría ganado vacuno y caballar, y donde hay caminos de herraduras.
Según testimonios, esta mula aparece después de las doce de la noche, haciendo sonar fuertemente sus herraduras en los empedrados. Se asegura que es una mula grande y muy pesada que prefiere los senderos solitarios y oscuros para alumbrarse con sus ojos de candela y el fuego chisparoso de su boca. Si alguien la ve y quiere evitarla, lo recomendable es dejarla pasar, pues lo que se dice es que los curiosos que han querido seguirla hasta su destino nunca han llegado y han aparecido muertos en el camino, quemados con azufre.
Según testimonios, esta mula aparece después de las doce de la noche, haciendo sonar fuertemente sus herraduras en los empedrados. Se asegura que es una mula grande y muy pesada que prefiere los senderos solitarios y oscuros para alumbrarse con sus ojos de candela y el fuego chisparoso de su boca. Si alguien la ve y quiere evitarla, lo recomendable es dejarla pasar, pues lo que se dice es que los curiosos que han querido seguirla hasta su destino nunca han llegado y han aparecido muertos en el camino, quemados con azufre.
Es una niña de carne y hueso, completamente vestida de blanco. La impresión que da es la de estar a punto de hacer la primera comunión o de haberla acabado de hacer. Se presenta compungida y bañada en lágrimas, sentada a la vera de los caminos; el rostro lo lleva oculto bajo un velo del mismo color del vestido, y en su mano derecha porta una carta. La carta lleva destinatario y dirección.
Es un personaje misterioso que parece tener pacto con el diablo para salir invicto de las peleas. No le entra bala, ni machete, y desaparece de lugares claves, como por arte de magia, ante la mirada atónita de los presentes. De él se dice que se vuelve invisible cuando quiere, reduce su tamaño corporal cuando se le antoja y puede desaparecer por la hendija más pequeña de una puerta o una habitación.